domingo, 12 de enero de 2014

Necesidad

Ahora mismo necesito escribir tanto como necesito respirar para poder respirar.

Hoy ha sido un día tan raro, tan irreal. Es como si lo estuviera viendo desde fuera, como si fuera un sueño. De verdad, ha sido tan tremendamente raro.

Al principio me lo tomé a risa, incluso toda la energía que tenía me gustaba, pero como sabemos, siempre que hay un subidón de energía, luego la luz se va...

No sé que me pasó, solo sé que acabé en el suelo, mirando la luz del techo y empecé a llorar. Y volvieron a mí antiguos anhelos que había superado.

Y aunque me gustaría decir que fui más fuerte que la necesidad imperiosa que me entró, no puedo. Tras 3 años y medio "curada" de esos malditos anhelos he vuelto a caer.

No creo que nadie lo entendiera, solo lo entiendo yo, porque sé lo que es, lo he vivido y lo he sentido en mi propia piel, quemando cada poro de mi piel.

Esa maldita necesidad volvió, y entre lágrimas me dejé llevar por el camino fácil, el de la recaída, el de volver al principio.

Tengo miedo, estoy asustada, porque sé como me sentí al sucumbir. No quiero volver a eso, no quiero, no quiero¡¡¡

Ahora miro las consecuencias de mis actos y no me hacen sentir mal, me hacen sentir ese alivio olvidado, el alivio del alma, ese al que tantas veces recurrí.

Nadie sabe, como puedo estar ahora mismo. No solo me he defraudado a mí, he defraudado a todo el mundo que cree en mí. Que cree que fui valiente y que pude recuperarme.

¿Qué coño me pasa? Ni yo misma lo sé.

Han sido unas semanas tan duras. Tan llenas de mil cosas y sentimientos, todo está mezclado. No sé que siento dentro de mí, no sé que esperar, no sé si esto volverá a pasar.

Solo sé con seguridad que estoy perdida dentro de mí misma, que en algún lugar de mi "brote", sigo estando yo. Pero tengo miedo de no volver a encontrarme, de volver a pasar por lo que pasé.

Hoy solo quiero dormir, dormir y dormir. Y no sé si despertarme está en mis planes a corto plazo, solo quiero cerrar los ojos y que cuando los abra todo haya pasado.

Soy como una muñeca de trapo rota, demasiado rota, destrozada y ahora mismo mis heridas no se arreglan con ninguna costura, porque en el fondo quiero que sigan ahí...

Quizás la locura empuje esta clase de palabras, pero hoy esa en mi realidad, la locura...